Controla el estrés...
El miedo y el estrés son grandes motivadores, durante un tiempo muy corto. Es por eso que criticarte o frustrarte contigo mismo no funciona. Cuando estás con estrés, es fácil perder la motivación que te mantiene en marcha. Esto se debe a que el estrés crea una sensación de peligro, una sensación de estar abrumado, y una pérdida de atención en el panorama general que te sumerge en la depresión, y se hace parte de tu vida cuando te dejas atrapar por sentimientos de tristeza... Pérdida, ira o frustración, que interfieren en el día a día con la vida.
El estrés te lleva a tomar decisiones desesperadas...
Adopta medidas para disminuir el estrés, permite recuperar tu centro, conecta con la emoción y excitación que te produce tu objetivo, y descubre soluciones creativas que te ayudarán a avanzar.
Usa tu motivación y vive la vida al máximo!...
Todo lo que desees es tuyo ya, solo debes abrirte para recibirlo. En la vida puedes tener todo aquello a lo que tienes derecho, siempre que pagues el precio al crear el equivalente mental de aquello que desees. Es decir, puedes recibir todo lo que desees, siempre que estés mentalmente preparado.
Ten en cuenta que sólo puedes desear aquellas cosas que serían beneficiosas para ti y que te harían feliz. Obviamente, que no tienes que desear algo que pertenece a otra persona, o que violaría los derechos de otros, por ejemplo, al forzarlos a hacer algo que no desearan hacer. El obrar o pensar de esa manera significa que no crees en la abundancia ilimitada del universo. No necesitas desear nada ajeno porque tienes la total capacidad de crearte lo tuyo propio...Si con todo lo que tienes no eres feliz, con lo que te falta tampoco lo serás. El camino para recibir lo que no tenemos, es agradecer por lo que SÍ tenemos.
Es rescatar sueños, luchar por lo que se quiere, ser fiel a uno mismo y buscar la felicidad.
No temas nunca volver a empezar, una o cuantas veces hagan falta, sin miedo y sin pensarlo, porque cada nuevo día, la vida te concede esa oportunidad.
Entrénate a ti misma para dejar ir, todo eso que tienes y que temes perder.
Aprende a amar el sonido de tus pies, al alejarse de las cosas que no están destinadas para ti.
El amanecer es la parte más bella del día, porque es cuando Dios nos dice: "Levántate te regalo una nueva oportunidad de vivir y de caminar de nuevo a mi lado"...
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