La vida es una oportunidad, aprovéchala.
La vida es belleza, admírala.
La vida es beatitud, saboréala.
La vida es sueño, hazlo realidad.
La vida es un reto, afróntalo.
La vida es un deber, cúmplelo.
La vida es un juego, juégalo.
La vida es preciosa, cuídala.
La vida es riqueza, consérvala.
La vida es amor, gózala.
La vida es un misterio, devélalo.
La vida es promesa, cúmplela.
La vida es tristeza, supérala.
La vida es un himno, cántalo.
La vida es un combate, acéptalo.
La vida es una tragedia, domínala.
La vida es una aventura, arróstrala.
La vida es felicidad, merécela.
La vida es la VIDA, defiéndela. Tú vida...
es tu vida....vívela feliz
Que levante la mano quien no haya sentido alguna vez esta
reflexión en su interior, o quien no la haya padecido en su
vida, o quien no haya tenido más de un día de una seriedad
doliente o de una sinceridad casi agresiva, en el que haya
sentido el peso insoportable de la vida en su parte menos
agradable.
en el que el deseo de abandonarlo todo, y abandonarse,
no haya tenido una fuerza destructiva e imbatible a duras
penas difícil de soportar. Las manos siguen en el mismo
sitio donde estaban antes de empezar a leer. La mente, no.
La mente se ha ido a buscar recuerdos, a des aletargar
ciertos momentos, a ponerse la mueca circunspecta, la
voz de la gravedad, la espina del dolor inquebrantable,
y a quedarse quieta, y ligeramente escondida, para no
volver a pasar por aquel o aquellos trances.
Todos hemos sufrido demasiado en más de una ocasión.
Todos conocemos el sabor cruento de su opresión, la
falta de luz y esperanza que contagia, y cómo cercena
la ilusión de un tajazo feroz.
El destino del sufrimiento es quedarse atrás. Siempre
viene cargado de una lección, generalmente demasiado
cara –porque pensamos que la podíamos haber aprendido
sin tanto penar-, casi nunca aceptada, y en muchas
ocasiones incomprendida.
Pero si la misma situación se repite, y se repite el sufrimiento
que le acompaña, es que no hemos aprendido la lección.
Y la vida, que es tan sabia, nos volverá a presentar otra
situación similar para que tengamos la ocasión de
aprender, por fin, y podamos demostrarlo. No hemos
de aceptar al sufrimiento incondicionalmente, ni integrarlo
en nuestra vida, ni hacernos sus amigos, ni ahondar y
regodearnos en él. Hemos de dejarle ir.
Llegará, dejará su huella, le exprimiremos la lección,
comprenderemos su sentido, se la agradeceremos
sí, agradecérselo-, y le dejaremos partir hacia lo más
lejano, llevándose con él, si es posible, su bilis y su
rastro de amargura.
Empeñarse en sufrir con no sé qué innecesario sentido,
convirtiéndonos en modernos mártires, en plañideras
reiterativas, en afligidas víctimas, en almas torturadas,
no provoca otra cosa más que alejarnos de nuestro
Centro y nuestro Ser, crear una punzante distancia
entre Yo y yo, asolar cuanta Autoestima tengamos, teñir
de luto el futuro, y arrancarnos el brillo de la vida.
La dureza de la siguiente pregunta requiere una
respuesta sincera: ¿Para qué me sirve seguir
sufriendo? ¿Por qué me empeño en seguir en ese
estado?
¿Soy consciente de que puedo ver de otro modo
distinto esto que me provoca el sufrimiento? ¿A quién
de mí a qué parte o qué ego-, le provoca sufrimiento?
¿Quién de mí, qué parte o qué ego-, se convierte
en cómplice del sufrimiento y me mantiene aferrado?
¿Soy consciente de que podría deshacerme del
sufrimiento y poner en su lugar música y flores?
Porque el sufrimiento no tiene entidad, no existe.
Es un proceso mental nuestro. Es un rechazo a la
realidad, que no es aceptada porque no se acopla
a lo que nosotros quisiéramos. Sufrir no beneficia
en absoluto. A nadie.
Persistir en ello provoca un grave e innecesario
padecimiento, que se puede evitar. Evitarlo por
respeto a ti mismo. Y solamente depende de ti…
Pensar ‘en positivo’ es hoy un concepto que
pertenece al lenguaje corriente. Utilizamos a
menudo frases que nos recuerdan que la
calidad de los pensamientos determina la
calidad de la vida. Sabemos que alimentar
pensamientos sombríos y autolimitadores
se suele traducir en realidades oscuras y
frustrantes, y a la inversa.
Somos lo que pensamos y por eso es tan
Somos lo que pensamos y por eso es tan
importante reeducarnos a nosotros mismos
para sustituir las ideas negativas grabadas
en nuestra mente quién sabe cuándo, por otras
impregnadas de positividad y elegidas libremente.
Se trata de hacer limpieza de pensamientos y
creencias que nos atascan el crecimiento interior
Los pensamientos crean la realidad. Si esta afirmación te suena
rara, fíjate en que todo lo que nos rodea fue un pensamiento
en la mente de alguien antes de convertirse en algo real.
Coches, ciudades, inventos, carreteras. Todo existió como
pensamiento antes de ser tangible.La energía mental es una
fuerza muy poderosa. Los pensamientos atraen energías que
les son afines, multiplicándose. Este proceso hace que los
pensamientos marquen la pauta de lo que ha de ser creado.
El impulso de las emociones los mueve y los proyecta hacia
fuera, haciéndolos salir del mundo interno hacia el mundo
externo. Cuanto más intensas y claras sean tus emociones,
antes se creará lo que tienes en mente.
Por tanto, no existe mayor poder que la palabra, si aprendemos
a decirnos diariamente todas aquellas cosas positivas que
alimenten nuestro espíritu, poco a poco llegaremos a asimilarlas.
Asi pues les invito a dejar aquí sus frases preferidas, sus
Asi pues les invito a dejar aquí sus frases preferidas, sus
pensamientos, reflexiones, historias y todo lo que quieran
compartir para cambiar nuestro enfoque de la vida...
Creo en mis formas, en mis caminos; en esos que duelen pero que
rinden frutos.
Creo en el sendero de la verdad, en el sendero difícil.Creo en mi alma, en esa porción agazapada de mí.
Creo en mis palabras, en mis frases, en mis abrazos y en mis miradas.
Creo en quien soy y, por lo tanto, en quien a pesar de las
derrotas no tengo intenciones de dejar de ser.
Creo en mi sueño, en el magnífico sueño que seguiré construyendo
hasta que no me queden más fuerzas para creer.
Creo en el destino, en mi historia, en mis pasos y en mi experiencia.
Creo en mis ganas de dar y creo en un mundo maravilloso que
Creo en el destino, en mi historia, en mis pasos y en mi experiencia.
Creo en mis ganas de dar y creo en un mundo maravilloso que
espera recibir mi gota de cariño.
Creo en la amistad, en los besos, en la lluvia, en las sonrisas y en
Creo en la amistad, en los besos, en la lluvia, en las sonrisas y en
los secretos.
Creo en mi esfuerzo por crecer, en mis ganas de crecer.
Creo en la vida, y en la magia con la que toca todas las cosas.
Creo en el destino y en un futuro de recompensa para quienes
Creo en la vida, y en la magia con la que toca todas las cosas.
Creo en el destino y en un futuro de recompensa para quienes
afrontan el desafío de ser fieles a sí mismos.
Creo en mí; sobre todo creo en mí cuando caigo, cuando no tengo
Creo en mí; sobre todo creo en mí cuando caigo, cuando no tengo
fuerzas, cuando el viento sopla y mis velas ceden, sigo creyendo
en aguantar y en volver con todas mis fuerzas para seguir y seguir
creyendo, y seguir andando, y seguir viviendo.
Creo en los sentimientos que pueden hacer de cada día un sol
Creo en los sentimientos que pueden hacer de cada día un sol
distinto y por supuesto : Creo en el amor y en ese modo
indescriptible de estar parado ante la vida, en esa manera
intrépida de hacer transcurrir el tiempo, en esa
forma tan peligrosa y a la vez tan excitante de tener el
corazón abierto.
María M."Nunca te conviertas en una victima. No aceptes la definición de
tu vida por lo que te dicen los demás. Defínete a ti mismo".
Harvey Fienstein.
"Tu tiene dentro tuyo todo lo que necesitas para superar los desafios de la vida". Bryan Tracy
- Mas Frases de seguridad en si mismo..."El que se apoya en los
- demás, ve cómo vacila el mundo; el que se apoya en sí mismo
- se mantiene seguro". "Dios ayuda a los que se ayudan a si
- mismos" . Frase de Benjamin Franklin.
la vida. Usted ha ganado antes de haber comenzado".Marcus Garvey.
Tu eres el dueño de tu mente y tus pensamientos, por lo tanto está
Tu eres el dueño de tu mente y tus pensamientos, por lo tanto está
en ti como quieres vivir tu vida.
Solo tienes que enviar las ordenes correctas a tu mente y poner
todo de ti para cumplirlas.
Debes creer en tu potencial y tus capacidades con valor,
paciencia y fe tanto en ti como en Dios.
Cada ser tiene un valor y un potencial enorme y tu eres parte
de ello, tenlo siempre presente.
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