La vida se vive siempre todos los días con el corazón,
con el alma y con tu esfuerzo, nunca bajes los brazos.
En la penumbra de la obscuridad y en la soledad, de las
sombras de tu alma, una luz brilla, sólo una, esa luz se
llama esperanza y mientras esa luz, brille dentro de ti te
sentirás viva, pero la esperanza sólo brilla para ti y dentro
de ti por tu propia fuerza, y mantenerla encendida será tu
responsabilidad.
No dejes que la amargura de la vida te derrote, pues la
vida es una batalla que de ningún modo, puedes perder,
no desperdicies el tiempo que, aunque es infinito para
universo, para ti es, relativamente corto, aprovéchalo
sembrando, alegrías, esperanzas, sonrisas, buenos
momentos…
Explótalos al máximo, esas son tus mejores armas, la
tristeza, el dolor, las aflicciones, son tu debilidad, pero
puedes vencerlas.
No estás sola amenos, que tu así te sientas, los amigos
y familiares son tus aliados en esta guerra, el campo de
batalla es la vida diaria, se ve difícil…
El camino pero no lo es, los obstáculos no son tan difíciles
debes de estar consciente de ellos pero no darles mayor
importancia de la que tienen, la esperanza en ti renace día
con día dale la justa dimensión a tu vida, eso es lo mejor
de todo que no importa que fuerte sea tu caída ni los
golpes que recibas, siempre tendrás la oportunidad de
volverte a levantar, y tu alma, será tu ave fénix…
Pues la esperanza la hará renacer de las cenizas y ella
quiere seguir luchando sólo espera que tú la ayudes
porque muy en el fondo ella sabe que si reúnes
esperanza junto con ella serás invencible.
Y ganarás la guerra y tu nombre será recordado por
siempre, porque al final de tu vida habrás conquistado
la gloria y ese será tu trofeo para la eternidad.
Franco...En algún punto te das cuenta que... No es
que el camino se vuelve más fácil, sino que tú te
haces más fuerte.
Serás feliz dijo la vida, pero antes te enseñaré a ser
fuerte.
Cada fracaso supone un capítulo más en la historia de
nuestra vida y una lección que nos ayuda a crecer.
No te dejes desanimar por los fracasos, aprende de
ellos y sigue adelante.
La esperanza es desear que algo suceda, la Fe es
creer que va a suceder y la valentía es hacer que
suceda. Si logras tener las tres en tu vida, alcanzarás
lo que te propongas.
Esperanza no es fingir que no existen los problemas,
es tener confianza de que no serán eternos, que las
heridas sanaran y podremos superar las dificultades.
Es tener fe en nuestra fortaleza interior y nuestra
capacidad para poder alcanzar la luz.
Déjate llevar por las manos de Dios y nunca perderás
la esperanza, ni el rumbo de tu vida... No hay maestro
ni guía como Él.
Que el amor y bendiciones de Dios, sean siempre parte
de tu vida...