Olvídate de lo que hayas hecho por tus amigos y recuerda, lo que ellos han hecho por ti.
No repares en lo que el mundo te debe y fíjate en lo que le debes al mundo.
Cuando te enfrentes a una decisión, tómala tan sabiamente como te sea posible.
Luego olvídala.
El momento de la certeza absoluta nunca llega.
Sobre todo recuerda, que Dios, ayuda a quienes se ayudan a sí mismos.
Actúa como si todo dependiera de ti, y reza como si todo dependiera de Dios.
Vive cada día a plenitud.
“Hoy seré feliz. Expulsaré de mi espíritu todo pensamiento triste. Me sentiré alegre. No me quejaré de nada. Hoy agradeceré a Dios la alegría y felicidad que me regala. Trataré de ajustarme la vida. Aceptaré el mundo como es y procuraré encajar en este mundo.
Si sucede algo que me desagrada, no me mortificaré ni me lamentaré, más bien agradeceré, de mis impulsos, pues para triunfar debo superarme, debo tener el dominio de mí mismo. Trabajaré alegremente, con entusiasmo, haré de mi trabajo una diversión. Comprobaré que soy capaz de trabajar con alegría. Resaltaré mis éxitos grandes o pequeños y no pensaré en mis fracasos. Seré agradable. No criticaré a nadie. Olvidaré los defectos de los demás y concentraré mi atención en sus virtudes. No envidiaré nada.
Cada minuto,cada hora, cada día, son momentos diferentes que a veces por vivir inmerso en la rutina pasan desapercibido y al no captarlo pasan como momentos muertos porque no se disfrutan como debe ser.
Todos los momentos hay que disfrutarlo aún cuando se están cumpliendo labores de trabajo u otros, siempre hay que estar atento con lo que nos rodea: amarlo, admirarlo y disfrutarlo y si hay momentos difíciles hay que estar atento para cuando se presenten tener el tiempo preciso para buscar soluciones y no llorar y vivir frustrado por esos momentos.
Eclesiastés 8:12
"Aunque el pecador haga mal cien veces, y prolongue
sus días, con todo yo también sé que les irá bien a los
que a Dios temen, los que temen ante su presencia".
Todos los momentos hay que disfrutarlo aún cuando se están cumpliendo labores de trabajo u otros, siempre hay que estar atento con lo que nos rodea: amarlo, admirarlo y disfrutarlo y si hay momentos difíciles hay que estar atento para cuando se presenten tener el tiempo preciso para buscar soluciones y no llorar y vivir frustrado por esos momentos.
Eclesiastés 8:12
"Aunque el pecador haga mal cien veces, y prolongue
sus días, con todo yo también sé que les irá bien a los
que a Dios temen, los que temen ante su presencia".
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